miércoles, 18 de abril de 2012

Cuento para Hoja

El doctor Ocampo me llamó para que le hiciera un cuento curativo especialmente para su paciente Hoja. Estuve desde aquella mañana dando vueltas y no encontraba la solución. Es cierto el efecto sanador de la palabra, tan cierto como sus dañinas secuelas, por eso debía ser minuciosa en la elección de la historia.

Hoja. No la conocía, pero por la descripción del médico supe que es delgada, blanca (casi traslúcida), un sonido fuerte o un leve viento le hace perder el equilibrio y cae…cae… el viento usa su poder para estrujarla y, cuando ya parece que la tierra la masticará, un eco poético y misterioso, una señal imperceptible le pinta colores a su pálido rostro y ella -danzando- se toma de una rama amiga o se enrosca sobre sus propias nervaduras y, una vez más, como los pájaros vuela y se salva.
La descripción de Hoja me da palabras claves: poesía, danza, pintura, ave. Sé que ellas tienen la fuerza para contrarrestar la terquedad del viento. Pero necesito una guía capaz de unirlas en una historia que logre provocar la transmutación.

Visito a Madre Profunda, ella vive en el fondo de casa.  Cuando dejo caer mi mirada impaciente entiende que quiero todo ahora, que antes que amanezca el día 18 tengo que resolver este dilema, que la vida me apura, es decir la apura a Hoja, y yo he asumido un compromiso: llegar a tiempo, como otros han llegado conmigo (y otros no, pero eso hay que olvidarlo, dice Madre Profunda).
Nos sentamos a contemplar el crepúsculo. Ese espectáculo magnífico que nos regala diariamente el Cielo y sin embargo muchos días mueren y nacen y nosotros ajenos a lo que ocurre arriba. Abajo-arriba, la existencia es una -dice Madre Profunda.

Me paro en medio de la inmensidad que cada vez da más lugar a la noche. Suplico.

Antes que se esconda el sol
y que la noche me ahogue en la oscuridad
sin  hallar danza-palabra-color-ave
Madre Profunda
rescata de los rayos de Febo
de la última claridad
rescata te lo ruego
la historia salvadora

Ella sonríe. Tiene pelos en el mentón. Sí, pelos que sus manos temblorosas dejan crecer y arrugas más profundas que su propia identidad. Madre Profunda es bella. Descalza en el césped, abre los brazos, mueve sus caderas con tanta gracia, una sensualidad que cuando tenía quince años no sabía que existía. Ella extiende los brazos en cruz, parece estar increpando al mismo sol. Se acaricia los brazos con el rostro, canta, dice números 7 9 13 15 18 33… mueve su vientre como si fuera a nacer un bebé. Lanza un grito desgarrador, agudo, tan agudo que desprende las arrugas. Sí, las arrugas deslizándose.  Su piel es lisa. Su cuerpo es entrega y belleza. La fuerza y la debilidad presente en cada movimiento. La vieja arrugada, la niña tersa. Todas conviven en la vital danza. Las arrugas se esparcen, el sol las atrae a su embudo de fuego donde van a quemarse.

Una última arruga, obstinada y dolorosa, una marca vieja, más vieja que su dueña, no quiere abandonarla. Entonces llega una alondra que parece escapada de un dibujo. El ave la picotea hasta arrancarle aquella preciada marca, la sostiene en el pico con la delicada presión que se llevan las ramas para el nido.

En silencio lloro. No sé si por el ave, la ramarruga, la melancolía del ocaso o el reverdecer. Temo que una angina irrite mi garganta a causa de contener estas ganas de llorar a gritos. Mamá Profunda me acaricia y -como en los cuentos nocturnos de la infancia-  susurra:
Ya tenés la historia sanadora. ¿Comprendiste? Confiá en Hoja, en su guía y en vos.

Confié.
Le conté la historia al Doctor y a Hoja.
Ahora lo transmito porque Madre Profunda dice que no hay que guardarse el poder curador, porque eso es egoísta y el egoísmo enferma.


Tihada


Si querés saber más sobre Hoja y su médico

este es el camino para completar la historia…es decir, la sanación…



Gracias Marcelo, me encantó este Intercambio Creativo que comenzó en el extraordinario mundo onírico!!!


viernes, 13 de abril de 2012

Un lugar de cuento

Hay un lugar especial donde los cuentos quieren quedarse, porque allí pasan cosas maravillosas: conocen otras historias, escuchan reportajes a escritores, les recomiendan libros, se enteran de todas las novedades Lij y, especialmente, se sienten a gusto con una mágica amiga escritora que se llama María Delia ¿Querés conocer ese lugar?

 LA FÁBRICA DE LOS CUENTOS


Retribuciones Infinitas se enteró de la existencia de este lugar de cuento, armó un bolso lleno de letras y se fue a vivir ahí. ¿Querés comprobarlo? 

Camino para llegar al lugar donde el cuento de Tihada se quiso quedar...

GRACIAS MARÍA DELIA!!!