viernes, 29 de julio de 2011

RELATAMOS Y EL CUERPO SE EXPRESA

En agosto festejamos el Día del Niño. Para aquellos padres, maestros, coordinadores de diferentes grupos que están buscando material, en Teatroblog tienen muchos textos para representar (de mi autoría o adaptaciones que realicé partiendo de cuentos folclóricos). Aquí otra propuesta.

Unas palabras...

El docente/coordinador/director cuando aborda las improvisaciones puede utilizar -entre otros recursos- un tema libre, imágenes o trabajar a partir de un cuento. Actuar teniendo como base un relato da la posibilidad de leer con el cuerpo; es decir qué le sugiere a los brazos, las manos, las piernas o la boca una palabra o frase determinada, un grito o un silencio.

El relato que se presenta a continuación es una adaptación del texto teatral “La Juguetería”. Se incluye a modo de ejemplo de cómo narrar un texto de manera que invite a la acción. La narración representada es conveniente usarla cuando los niños son pequeños o en situaciones como los festivales muchas veces organizados en el ámbito escolar.

En este ejemplo, el relato está escrito con las acotaciones que dan ideas sobre los movimientos a realizar para ser representado ante un público; pero el relator obviamente no leerá las didascalias.

Las posibilidades de juego-creación son infinitas, por lo tanto hay que tomar las propuestas como lo que son: sugerencias, ideas, disparadores; con la total autonomía y libertad que el coordinador y su grupo tienen para recrearlas o modificarlas plenamente.


La Juguetería (relato para ser representado)

Esta es una antigua juguetería, su dueña se lo pasa haciendo cuentas y está

cansada de la rutina, ¡aquí nunca pasa nada! Si no fuera por sus queridos

muñecos se sentiría muy sola.

Mira el reloj, ¡las 20 ya! ¡Es hora de cerrar! Pero justo cuando está dispuesta

a irse llega una familia.

(Entran el papá, la mamá y la nena)

Los papás le quieren comprar un lindo regalo a Mariana, pero hay un

problema ¡a ella nada le gusta! El cabello de esta muñeca es muy corto, el de

la otra es muy largo, se ríe de la nariz de uno de los payasos y le saca el sombrero al otro.

¡No! ¡No! ¡No!...No quiere nada, es un poco caprichosa. La vendedora desea

que se vayan, el padre está enojado ¡Y ni tamborcito se salva de las travesuras

de la niña!

¡Por fin se van! La vendedora se apura a cerrar, pero antes de irse, como todos

los días, cumple con una costumbre que tiene hace muchos años, saludar a

sus muñecos.

Ahora sí, ahora todo es silencio en la juguetería y por la calle no pasa nadie.

¡Este es el momento en que todo lo que parece no tener vida a la luz del día,

de a poquito empieza a despertar!

Las muñecas, las bailarinas y hasta los payasos Narizota y Patón se desperezan, ¡a

Tamborcito le cuesta un poco! ¡Vamos! ¡Vamos Tamborcito, le dicen los payasos! Le dan

cuerda y le hacen cosquillas.

¡Y ahora sí, comienza la gran función de los muñecos!

(Música para las acciones de los payasos y Tamborcito. Baile y rondas de las muñecas y bailarinas. Sobre el final de la ronda entran dos nenes – con cartones, ropa humilde – desde la vidriera observan lo que sucede)

¡Muñecos! ¡Cuidado!...Los están mirando.

(Los muñecos se avisan unos a otros. Quedan congelados. Dos muñecas les

abren la puerta. Entran tímidamente. Se escucha: “Lo juguetes y los

niños”(Vivencia). Todos cantan (incluso alumnos de otros grados) y los

muñecos junto a los nenes juegan al ritmo de la música. Se abrazan y terminan cantando.

Tamborcito golpea su tambor.)

¡Amanece! ¡Amanece! Grita Tamborcito. Los nenes se despiden con la promesa de encontrarse al día siguiente para vivir este maravilloso espectáculo que sólo con ojos de niño se puede ver. ¡Shhh! Todos en silencio. Llega la vendedora que, un poco cansada, piensa: ¡Otra jornada de trabajo en este lugar en el que nunca pasa nada! Y como todos los días, desde hace muchos años, saluda a sus muñecos.

Pero hoy…hoy pasa algo especial, algo que no puede explicar y se queda meditando lo que dijo el poeta: “Lo que vemos aquí es solo una corteza, lo más importante es invisible.”

(Los muñecos hacen, detrás de la vendedora que mira al público, movimientos lentos. Con la última palabra “invisible” quedan detenidos)

(Saludo final)


¿Vas a representar con tu grupo alguno de los textos que te propongo? ¿Me contás? ¡Me encantaría saber cómo resultó la experiencia y, tal vez, pueda ir a verlos!

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